Elegir un buen cirujano es fundamental para asegurar un alto porcentaje de éxito en una operación. Si todas las operaciones conllevan un riesgo, el hecho de elegir a un cirujano bien preparado siempre aumenta las posibilidades de que todo vaya bien y de que en caso de algún contratiempo, el paciente salga airoso confiando en el buen hacer de un profesional.
Para ser un buen profesional es necesario haber estudiado la carrera de medicina y posteriormente realizar una especialización en cirugía general y cirugía plástica, reparadora y estética. Todo esto garantiza que el cirujano ha estudiado previamente la carrera de Medicina, que le ha permitido acceder a este especialización tras haber superado los exámenes y prácticas correspondientes.
Además de esto, es necesario que el paciente se informe de los riesgos de su operación, de las complicaciones que pueden surgir, para que de esta manera pueda evaluar y meditar si conviene realizar la operación. En cualquier caso, el médico debe minimizar siempre los riesgos y las complicaciones, intentando que el tiempo de recuperación sea siempre lo menor posible y siendo capaz de explicar cada detalle con recomendaciones. Asimismo, siempre es bueno consultar a varios profesionales para conocer segundas opiniones.
En cualquier caso, y volviendo a la formación, es necesario tener en cuenta que la cirugía estética no existe como especialidad, sino que forma parte del campo de la cirugía plástica, estética y reparadora.
