Si hay una actriz que ha sufrido un cambio camaleónico, habiéndose operado casi de todo y con la suerte de que no haya sido un abuso, sino que haya conseguido un resultado ideal, esa es Elsa Pataky y su historia de las mil y una operaciones. Eso sí, pese a la evidencia, lo más divertido es que niega haberse sometido a alguna operación, asegurando que su anatomía es 100% natural. Ay Elsa… Que la hemeroteca hace tiempo que existe.
La primera y más evidente es la rinoplastia. En la primera foto de la izquierda podemos apreciar una nariz grande y aguileña, mientras que en el resto de fotos vemos una nariz mucho más pequeña.
Evidentemente, su cambio no queda sólo ahí. Después llegó la liposucción de las mejillas, lo que le permitió marcar más sus pómulos y perder esa redondez de la cara; en cualquier caso, esto no fue suficiente para que sus pómulos destacaran y se realizó una resaltación de pómulos. También se sometió a delineación y aumento de los labios faciales. En esta zona ha invertido un tercer tratamiento, el blanqueamiento dental.
Su cuerpo tampoco lo puede agradecer a sus genes, al menos, no tanto como a la cirugía estética, dado que se ha sometido a un aumento de pecho, una lipoescultura en las nalgas y otra en las piernas.
En resumen, una larga lista de operaciones que se valora en 31.000 euros que la actriz niega.