Tras someterse a una operación de aumento de pecho, es normal que haya molestias en las mamas, tanto hinchazón (edema) como amoratamiento, es habitual sentir algo de dolor y puede que se sienta cansancio durante varios días después de la operación. Para esto se prescriben analgésicos que alivian y hacen más llevadero el postoperatorio.
Aunque el dolor no tiene por qué ser muy severo, sí que se nota una tensión en las mamas que debe remitir a los pocos días. Para que la hinchazón no se alargue hasta incluso varios meses y para evacuar la sangre que sale de las heridas, se colocan drenajes y se avanza mucho en la recuperación.
El riesgo de infección, hoy en día si se hace bien la operación y se prescriben antibióticos es muy reducido. Aunque es muy poco probable, cuando se da una infección en este tipo de operaciones, es necesario tratarlo cuanto antes, posiblemente retirando la prótesis hasta que la infección cesara.
Se puede volver a la vida normal tras dos o tres días, eso sí, evitando el ejercicio físico y esfuerzos de cualquier tipo, como levantar peso o tener actividad sexual. Cualquier deporte deberá esperar al menos un mes para volver a realizarlo.
Al igual que tras una operación de elevación de pecho, se recomienda usar un sujetador tipo deportivo, al menos durante un par de semanas, para consolidar la nueva situación de las mamas y también evitar levantar los brazos por encima de la cabeza.
Es sólo en algunos casos que las prótesis implantadas se desplazan de su lugar, pero suele ser porque no se han seguido los consejos postoperatorios, ya que existe un riesgo de desplazamiento por diversos motivos, como hacer ejercicio físico o tener contacto directo en las mamas.
Tras 24 horas después de la operación se hace una revisión para ver como evolucionan las prótesis implantadas. Además, puede producirse endurecimiento de las prótesis o contracturas, por lo que se deben realizar masajes diarios en los pechos.
En cuanto a los puntos, se quitan alrededor de los 15 días después de la operación, quedando una cicatriz que no desaparecerá totalmente pero si se va haciendo más débil a simple vista con el tiempo. Al principio, las cicatrices serán rojas, hasta incluso 6 semanas, perdiendo color con el paso del tiempo y adaptándose al color de la piel finalmente. Puede que, en alguna ocasión las cicatrices den problemas, hipertrofiándose, por lo que habrá que volver a la consulta y quizás se necesitaría realizar otra cirugía.
Muchas mujeres notan tras la operación un aumento de la sensibilidad en los pechos, por la que no hay que tener una gran preocupación, ya que si no hay complicaciones, la sensibilidad volverá a la normalidad.
En conclusión, al cabo de unas 3 ó 4 semanas la recuperación podría ser completa si no existe ninguna complicación adicional, pudiendo volver al trabajo en 3 ó 4 días, si éste no requiere un esfuerzo físico. Dependiendo la clínica elegida para la operación, las revisiones para cerciorar que la operación ha sido un éxito variarán, pero por regla general suelen ser hasta 5 ó 6 citas.
Para más información te dejamos un vídeo donde te metemos de lleno en un quirófano.